SOBRE GUINEA ECUATORIAL

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Chicos, os dejo el trabajo que hice para la asignatura de Pablo sobre Guinea Ecuatorial en el desarrollo de la economía-mundo capitalista, por si a alguno os interesa profundizar un poco más en la historia de un país tan lejano y tan cercano, que ha formado parte del nuestro hasta hace apenas 40años...
Eso si, advierto que es un poquitin largo...
En fin, espero os guste!
Saludos a todos




GUINEA ECUATORIAL EN EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA-MUNDO CAPITALISTA
“El Estado africano no es el Estado moderno, ni es el Estado-nación y desde luego no es nacional, pues la nación no existe y si hace siglos existieron las naciones fang o bubi, fueron destruidas por las necesidades del orden colonial, dividiendo y uniendo a los pueblos africanos a su antojo y designio”.
(OKENVE N., Celestino 1998, 6)




ANTES DE 1472
Antes de la llegada de los europeos, en los territorios que en la actualidad conforman Guinea Ecuatorial, podemos encontrar cinco grupos étnicos claramente diferenciados:
Los Fang, que representan el grupo hoy mayoritario, con un 72% de la población, ocupaban la zona interior del continente, hasta las inmediaciones del Rio Muni
Los Bubi, suponen el 15% de la población y se encuentran en la isla de Bioko.
Los Bisío, ocupan una franja intermedia entre la zona continental y la costa.
Los Ndowé, son también llamados playeros pues viven en la zona costera del continente.
Los Annobonenses, habitan en la isla de Annobón, la más alejada y la única parte del país que pertenece al Hemisferio Sur.
Como es obvio, antes de la presencia de los colonizadores europeos, Guinea Ecuatorial no existía ni como país, ni como Estado.
La falta de testimonios escritos antes de 1472 nos obliga a recurrir a la tradición oral y al estudio de los restos arqueológicos. No obstante, todos los datos parecen corroborar que los pueblos de la actual Guinea no se conocían entre ellos, esto es, vivieron cada uno en su hábitat, desarrollando su propio sistema político, religioso, económico y social de forma independiente.

1472-1778, BAJO EL DOMINIO DE PORTUGAL
A lo largo de los ss. XV y XVI, con el objetivo de encontrar nuevas rutas comerciales, los exploradores y navegantes europeos, comenzaron a emprender expediciones cada vez más ambiciosas, que se alejaban cada vez más de su punto de partida.
En una de estas expediciones, los portugueses Fernando Poo, Juan de Santarem y Pedro Escobar descubrieron Annobón en Enero de 1471 y Fernando Poo en 1472.
Durante los años de dominio portugués, y a pesar de que Portugal mandó un gobernador a Annobón en 1592, su presencia era más virtual que física debido por un lado a la fuerte resistencia de los nativos y por otro al abandono que hizo de los territorios recién descubiertos al tener que concentrar todas sus fuerzas en la guerra de independencia que libraba contra España.
Este abandono fue aprovechado por los holandeses, potencia hegemónica de la época, para ocupar las islas entre 1642-48 y desarrollar en ellas el tráfico de esclavos.

1778-1900, TERRITORIOS ESPAÑOLES DEL ÁFRICA NEGRA
Finalizada la guerra entre España y Portugal, los reyes Carlos III de España y María I de Portugal firman el 11 de Marzo de 1778 el Tratado de El Pardo. Entre los regalos que ambos países debían intercambiarse, figuraba la cesión por parte de Portugal a España de sus posesiones africanas, es decir, Fernando Poo, Annobón y trescientos mil kilómetros cuadrados de costa y tierra adentro.
Este ventajoso acuerdo se llevó a cabo, en parte, por la presión del Embajador del rey, el Conde de Floridablanca, quien, conocedor de los beneficios que el comercio de esclavos estaba brindando a todas las potencias europeas de la época, quería hacer también a España partícipe del botín. Así, mediante la Real Cédula del 28 de Febrero de 1789 se puede hablar ya de la participación directa de España en el comercio de esclavos, aunque antes lo había hecho ya de forma indirecta a través de terceros países.
Numerosos informes nos hablan de los territorios de Guinea Ecuatorial como lugar de avituallamiento fundamental para los barcos que iban a América.
Las factorías construidas en las costas africanas, en principio como lugares de aprovisionamiento, acabarían convirtiéndose en centro de comercio de esclavos entre los traficantes holandeses, ingleses, franceses, etc.
Las dos naciones claramente más beneficiadas por este tráfico de esclavos fueron España y Estados Unidos. España necesitaba mano de obra para el desarrollo de la agricultura en Cuba, Colombia, Venezuela, etc. Estados Unidos utilizó a los esclavos africanos para sus enormes fincas y plantaciones de algodón.
Durante este período tanto Francia como Inglaterra, las dos principales potencias europeas y las dos grandes colonizadoras de África, presionaron a España para que les cediera todo o parte de su territorio africano.
Así, en el período 1778-1858, Francia solicitó reiteradas veces el permiso de España para fijar en sus posesiones asentamientos y factorías para la compra-venta de esclavos.
Inglaterra, por su parte, viendo la imposibilidad española de controlar la zona, mandó una expedición en 1827 al mando del capitán W. Owen, que iniciaría la construcción de Clarence City, futura Santa Isabel, hoy Malabo. Entre 1835-43 no hubo en la ciudad ningún representante español y el proceso de anglicanización de las islas que Inglaterra tenía en mente pudo ser llevado a cabo sin demasiados estorbos.
Mientras tanto, Inglaterra seguía presionando para que España le vendiese Fernando Poo y Annobón, aunque sin mucho éxito. Hasta que en 1841, el general regente Espartero aceptó la compra por sesenta mil libras esterlinas. Sin embargo, la oposición política presionó y el 23 de Agosto de ese mismo año fue retirado el Proyecto de Ley.
Al año siguiente, el 18 de Diciembre de 1842, partió de El Ferrol una expedición cuyas primeras acciones fueron la proclamación de la soberanía española en el nombre de la reina Isabel II, el cambio de nombre de Clarence City por el de Santa Isabel y el nombramiento del inglés John Beecroft como gobernador, ya que no había en la isla ningún español que pudiera desempeñar el cargo.
En la siguiente expedición, en julio de 1845, se produce la confirmación del gobernador Beecroft pero se expulsa a todos los misioneros ingleses en una clara demostración de que la colonización religiosa había comenzado.
En 1858, Carlos Chacón, el primer gobernador español, llegará rodeado de jesuitas dispuestos a la evangelización y civilización de los considerados pueblos salvajes. Se proclamará entonces el catolicismo como la religión oficial, se sustituirá la moneda inglesa por la española y se confirmará la obligatoriedad de publicar todas las disposiciones oficiales de la colonia en español. Empezaba a hablarse ya de la necesidad de hacer visible la presencia española para evitar dejarla a merced de Francia o Gran Bretaña.
Los habitantes originarios de aquellas tierras se encontraban, en general, bastante molestos por las prácticas emprendidas por los colonizadores, que iban desde expropiar tierras hasta desenterrar muertos para practicarles el bautismo póstumo.
Se abrieron, asimismo, escuelas oficiales, obligando a los niños y niñas a aprender la lengua y cultura españolas y la religión católica. Se instauró la obligatoriedad de asistir a misa y se prohibió la poligamia, quitándoles a los maridos sus segundas y terceras esposas y llegando, incluso, a secuestrar jóvenes casaderas de los poblados bajo el pretexto de librarlas del concubinato.
A la Compañía de Jesús la sustituyó, a raíz de su caída en desgracia, los Claretianos, a partir de 1883. Éstos fueron aún más implacables, si cabe, en la utilización de cualquier método para la victoria en su cruzada religiosa.
Una buena muestra de cómo los colonizadores españoles entendían la realidad africana son las palabras que José de la Gándara, cuarto gobernador de la colonia (segundo español) escribe en su Informe al gobierno de S.M.: En el corazón de África está el origen del mal, al corazón de África hay que llevar el remedio. Que vaya con el cristianismo y la civilización por los medios pacíficos si es posible, que vaya por medio de sus propios hijos, tomándolos salvajes y devolviéndolos cristianos y civilizados, y, por último, que vaya por medio de la conquista y la guerra, que al tratarse de África es el medio más humano y más seguro, por más que parezca una blasfemia y una absurdo.
Durante estos años, Fernando Poo se convirtió en centro de reclusión de presos políticos españoles y cubanos, parece que bajo la promesa de ser puestos en libertad si lograban sobrevivir dos años. La mayoría, aquejados por las enfermedades tropicales moría o acababa suplicando su traslado.
La poca presencia española en la colonia fue aprovechada por países como Alemania o Francia, siempre al acecho, para ir ganando terreno y ocupar parte de las posesiones continentales. Tras la pérdida de Cuba y Filipinas, Francia supo aprovechar el momento de debilidad español.
Así, en las Conferencias de Berlín y Paris, en las que las naciones europeas se repartieron el pastel africano, la presencia de España fue más bien escasa y la presión que puedo ejercer, nula. En la contienda largamente mantenida entre Francia y España por las tierras, fue Francia quien salió victoriosa, como puede observarse por el trazo perfectamente recto de las fronteras de Gabón y Camerún (ambos franceses), y los treinta mil km. iniciales de costa y tierra adentro que Portugal había cedido a España se quedaron en veintiocho mil km.
Este triunfo francés provocó el suicidio del representante español, Pedro Jover Tovar, recién nombrado marqués del Muni.
De todos los pueblos de Guinea, los que menos contacto tuvieron con los europeos fueron los fang pues su situación ventajosa les beneficiaba. Buenos conocedores del terreno y hábiles guerreros, plantearon todo tipo de problemas a cualquiera que osara adentrarse más allá del Rio Muni, su frontera natural. Los habitantes de las zonas costeras y de las islas, en cambio, debieron hacer frente con mucha mayor frecuencia a las injerencias en sus vidas. Así, se calcula que no menos de veinte mil bubis fueron masacrados en los años de ocupación y conquista de Fernando Poo.
En el último cuarto del s. XIX, la colonia experimentó un verdadero desarrollo económico debido a la exportación de cacao, café y madera, lo que animaría a algunos españoles a trasladarse allí. Con el objetivo de impulsar la colonización comercial y la explotación agrícola de aquellas tierras se crearon en 1883 la Sociedad Española de Africanistas y la Compañía Española del Golfo de Guinea.
El reparto de la tierra era claramente desproporcionado, otorgándose 50 hectáreas a cada español, 10 hectáreas a cada extranjero y 2 hectáreas a cada guineoecuatoriano.
Por si todo esto no fuera suficiente, con el objetivo de crear una población negra civilizada y manejable, los españoles comenzaron a promover la presencia de negros de Cuba, Filipinas, Puerto Rico o Sierra Leona. Serán los llamados fernandinos, que, hoy en día, son considerados un grupo étnico más. Estos trabajadores a las órdenes de los blancos, llegaron a tener más derechos que la población autóctona y se convirtieron, durante los primeros años del s. XX, en la burguesía negra adinerada del país.

























1900-1956 LA GUINEA ESPAÑOLA
Hasta 1898 España se había concentrado mucho más en sus colonias americanas pero la pérdida de éstas hizo que en los primeros años del s. XX se produjeran cambios significativos en las posesiones africanas.
En 1938 la colonia pasó a depender de la Dirección General de Marruecos y Colonias, dependiente de la Presidencia del Gobierno.
Entre 1906 y 1907, bajo el mandato de Ángel Barrera y Luyando, se consiguió la pacificación total de la colonia mediante la utilización de la violencia. En el terreno económico hubo un espectacular crecimiento, pasando en la exportación de cacao, por ejemplo, de treinta mil sacos en 1904 a doce mil toneladas en 1930.
Se llevó también a cabo un intento de construcción de una vía ferroviaria para uso industrial y se publicaron unas leyes que pretendían recoger derechos civiles de los nativos y que son una manifestación vergonzosa de apartheid silenciado por España.
Nació la categoría de los emancipados, divididos en emancipados plenos y parciales. Par ser emancipado pleno debían cumplirse una serie de requisitos: ser mayor de edad (21años), poseer algún título académico, haber trabajado a las órdenes de algún colono, etc. Con la Carta de Emancipación se tenía derecho a consumir los mismos productos que los blancos, siempre y cuando pudiera uno permitírselos.
Los matrimonios mixtos estaban prohibidos pero sí se permitía el concubinato de los hombres blancos con mujeres negras. Es curioso señalar cómo la Iglesia con su doble moral perseguía las formas clásicas de familia y matrimonio de los habitantes autóctonos, tachándolas de poligámicas, a la vez que permitía ese mismo comportamiento por parte de los colonizadores.
De todas las poblaciones del país fueron una vez más los bubis quienes más sufrieron las consecuencias de la presencia de los españoles pues fue, precisamente, en Fernando Poo donde se concentraron la mayor parte de ellos. El rey bubi Ësáai Eweera, bautizado por los misioneros como Pablo Sás-Ebuera después de muerto, fue detenido y encerrado en unas mazmorras en Santa Isabel. Ofendido, se negó a comer y acabó muriendo. La osadía de los españoles llegó a tal extremo que en 1943 el gobernador Mariano Alonso Alonso se casó con una princesa bubi y llegó a presionar a los jefes para que le entronizaran como rey consorte. Las protestas del pueblo bubi fueron tan clamorosas que llegaron hasta la metrópoli, que se dispuso a enviar una comisión encabezada por Luis Carrero Blanco. Antes de que llegara la comisión, no obstante, Alonso había ya desistido, no sin antes tomar duras represalias y deportar a muchos de los bubis a Annobón.
Los fang, por su parte, llegaron incluso a secuestrar en 1906, al gobernador Diego Saavedra, por la imposición a los jefes de tribu de entregar un número determinado de braceros para ser trasladados a las plantaciones de cacao. El gobernador fue finalmente liberado.
En 1947 se lleva a cabo una reunión de maestros en casa del agricultor Acacio Mañé en la que se materializa la fundación de la Cruzada Nacional de Liberación. Había comenzado, pues, el movimiento contra la colonización que consiguió extenderse con rapidez entre los sectores más ilustrados de la sociedad.

1956-1968 LA PROVINCIA DE GUINEA
En los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, la economía guineana experimentó un espectacular crecimiento que la sitúo con una de las rentas per cápita más altas de toda África. Extraoficialmente aportaba al erario público español más de mil quinientos millones de pesetas anuales por la exportación de cacao, café, madera, aceite de palma, yuca, etc.
Sin embargo, la entrada de España en la ONU en 1955 hizo que las presiones para conseguir la independencia incrementasen y no le quedó más remedio que cambiar la condición administrativa, pasando a llamarse provincias españolas de ultramar.
A partir de 1960, con la independencia de más de diecisiete países africanos, la ONU centró todos sus esfuerzos en España. A pesar de que las presiones no cesaban, España tenía poco interés en desprenderse de sus colonias.
Finalmente se convocó una Conferencia Constitucional en Madrid, el 30 de Octubre de 1967, a la que se presentaron tres borradores. Todos los debates de la conferencia giraron en torno al mismo tema: otorgar o no la soberanía conjunta a las dos partes de la colonia, Fernando Poo y Rio Muni.
Finalmente se aprobó la propuesta de soberanía conjunta aportada por el gobierno español y se fijó la fecha para la celebración del referéndum constitucional. Mientras que la mayoría de habitantes de Rio Muni (63% del censo electoral) aprobaron la Constitución, los de Fernando Poo (35% del censo) la rechazaron. Esta actitud de rechazo mayoritario por parte de los bubi sería más tarde utilizada en su contra.
Inmediatamente se convocaron elecciones. En la primera vuelta, 25 de Septiembre de 1968, Macías fue el más votado y en la noche del 28 de Septiembre confirmó su triunfo.
Así, el 12 de Octubre de 1968, Manuel Fraga en representación del General Franco, firmó el Decreto de traspaso de la soberanía.

Fraga firmando la Independencia de Guinea Ecuatorial, 12 de Octubre de 1968

Macías y Fraga en el Desfile de Celebración de la Independencia, 12 de Octubre de 1968.

1968-1979 LA DICTADURA DE MACIAS NGUEMA
Yo, Francisco Macías, en nombre del pueblo guineano, recojo de España los atributos del poder.
La ilusión creada en el país a raíz de la descolonización dejo paso rápidamente al terror y el miedo entre una población perseguida, castigada y sometida bajo el yugo de uno los dictadores más sanguinarios de la historia de África.
Tras un primer breve período, que no llego a un año, en el que parecía que el país podía dirigirse a sí mismo, Macías enloqueció, comenzó a intuir por todos lados conspiraciones para asesinarle y llevó a cabo una violenta represión política que desembocó en un auténtico estado de excepción en el país. Sus delirios de grandeza se fueron ampliando y llegó a cambiar su nombre por el de Mesié (castellanizando Monsieur ) me Nguema Bidyogo Ñegué Ndong, concediéndose además una serie de títulos que todos los ciudadanos debían conocer y que se debían repetir todos los días en la escuela. Entre ellos encontramos los de Inquisidor mayor del colonialismo, Único Dios, Milagro y salvador del pueblo guineano, Padre de la libertad, Líder de acero, Padre de la Revolución, Gran Mesías, Incansable y único milagro, etc
Había comenzado el nguenismo, término acuñado para describir el gobierno de Guinea Ecuatorial como un asunto privado de Macías y su familia. El nguenismo se caracteriza por el clanismo (todos los miembros del gobierno son del clan de Macías), la falta total de libertades y derechos, la manipulación del parlamento y la Constitución, las violaciones, las torturas, los suicidios fingidos y los incendios a poblados en plena noche. Ni que decir tiene que la llamada diáspora guineana tiene su origen en esta época. Se calcula que de los 300.000 guineoecuatorianos del momento, 100.000 se exiliaron del país. La mayoría de ellos con destino a España.
Los dos hechos que originaron el principio de la toma de represalias por parte de Macías fueron el incidente de la bandera, provocado por el Embajador español, a quien se le había autorizado a hacer ondear sólo una bandera española en el país y seguía manteniendo tres, y el intento de golpe de Estado por parte del ministro Anastasio Ndonngo Miyone en Marzo de 1969. El ministro acabó siendo lanzado por una ventana del Gobierno Civil de Bata y Macías acusó a España de estar detrás del golpe. Las represalias contra los españoles residentes en la ex colonia fueron incrementando de nivel y la gran mayoría se vio obligada a abandonar el país.
El embajador de España, por su parte, fue declarado persona non-grata. A pesar de lo cual, España, interesada en volver a restaurar las relaciones, presionó hasta que consiguió la firma de un Acuerdo de Cooperación Comercial en mayo de ese mismo año.
El 3 de Marzo de 1969 se declaró el estado de emergencia en todo el país, se abolieron todos los partidos políticos y el 7 de Julio de 1970 se fundó el Partido Único Nacional, al que todos los ciudadanos estaban obligados a afiliarse. El 7 de Mayo de 1971 Macías concentró todos los poderes del Estado en su persona.
Desde el 7 de Abril de 1972, todos los ciudadanos mayores de siete años, incluidas las mujeres embarazadas, serán obligados a realizar maniobras militares durante dos horas al día con un fusil de madera en la mano.
Se cerrarán los periódicos, la correspondencia será violada y nadie podrá desplazarse por el interior del país sin permiso gubernamental.
Alrededor de unas setenta mil personas fueron reclutadas para trabajar forzosamente en las plantaciones de Macías y su familia.
Se obligó a todos los ciudadanos a africanizar su nombre, siguiendo el ejemplo dado por el dictador, y en 1973 se cambiaron los topónimos de numerosas partes del país. Así, Fernanndo Poo pasó a llamarse Isla de Macias Nguema Bidyogo y Santa Isabel, Malabo
Es importante señalar que el Ministerio de Asuntos Exteriores español declaró materia reservada todo lo que tuviese que ver con Guinea Ecuatorial. La prensa española no podía publicar nada de lo que sucedía en el país y este silencio duró hasta Octubre del 76, caído ya el régimen de Franco.
Mientras tanto, el mundo asistía impasible; incluso cómplice, pues países como España, Francia, Cuba, Rusia, Uganda o China no retiraron nunca su apoyo.
En 1976, empezaron ya a surgir las primeras voces que hablaban de la complicidad de la ONU en semejante tragedia.
El número total de muertos de la dictadura se calcula entre cincuenta mil y cien mil personas.
Sin embargo, al final Macías acabó poniéndose a todo el mundo en contra. Creyó ver también fantasmas de conspiración dentro de su clan familiar y mandó asesinar a uno de sus sobrinos, hermano del hasta entonces teniente Teodoro Obiang Nguema, director de la prisión de Black Beach en Malabo.
El 3 de Agosto de 1979, Obiang llevó a cabo un Golpe de Estado contra su tío y anterior protector para derrocarle del poder.
Macías estuvo tres días escondido en la selva pero fue finalmente apresado, juzgado por los delitos de genocidio, alta traición y corrupción, por un Consejo Militar presidido por el propio Obiang, y condenado a muerte. El 29 de Septiembre de 1979 fue fusilado.









1979-20?? LA DICTADURA DE TEODORO OBIANG NGUEMA
Teodoro Obiang nació en Acoacán el 5 de Junio de 1942.
En 1963, se trasladó a España para emprender la carrera de las armas en la Academia Militar de Zaragoza. En 1965 se graduó como alférez y retornó a Guinea para prestar servicio en la Guardia Territorial.

Como otros miembros del clan familiar de Mongomo, Obiang fue privilegiado con una serie de promociones a raíz del ascenso a la Presidencia de su tío, Francisco Macías Nguema.
Con el grado de teniente, pasó a servir en la Guardia Nacional y al poco tiempo fue nombrado gobernador militar de Fernando Poo. En 1970 ascendió a capitán y fue nombrado director general de Planificación y Aprovisionamiento del Ministerio de Educación Nacional. En 1976 pasó a desempeñar la Secretaría de Defensa del Gobierno y a dirigir la prisión de Black Beach, una de las cárceles más siniestras de África y la principal casa de tortura del régimen.

En las primeras horas posteriores al denominado golpe de la libertad, Obiang constituyó con otros oficiales un Consejo Militar Revolucionario, que el 25 de Agosto adoptó el nombre de Consejo Militar Supremo (CMS), abolió el Partido Único Nacional de los Trabajadores (PUNT), establecido por Macías, y dirigió un llamamiento de ayuda a España.

La antigua metrópoli respondió inmediatamente con el reconocimiento del nuevo gobierno y el envío de un paquete de asistencia para paliar las necesidades más urgentes de la población de un país arrasado, económica y humanamente, tras 11 años de pesadilla maciísta.

La efusividad con que el Gobierno de Adolfo Suárez recibió al nuevo mandatario fue tan asombrosa que se pensó que, más allá de la solidaridad con las desgracias de la antigua colonia, Madrid estaba al tanto de la conspiración contra Macías; e, incluso, la había instigado.
También la comunidad internacional se apresuró a reconocer y apoyar a la junta militar de Obiang. A España, Gabón y Camerún les siguieron Estados Unidos, Francia, Marruecos, Nigeria, China y la URSS.

Esta coincidencia de posicionamientos apuntaba ya a un cortejo y a un intento de ocupar posiciones ventajosas para cuando llegara la hora de explotar los ricos recursos naturales, algunos todavía sólo insospechados, que atesoraba el pequeño país

Obiang aprobó una amnistía que afectó a 5.000 presos políticos e invitó a regresar a todos los exiliados ecuatoguineanos en el exterior, pero descartó la adopción de instituciones democráticas a corto o medio plazo y dejó claro que no se iba a tolerar ningún tipo de oposición. Desmarcándose de la política anterior y de los vínculos que había cultivado Macías con el bloque soviético, realizó un viraje pro-occidental y restituyó a España y Francia en sus anteriores posiciones protagonistas en cooperación gubernamental y participación privada en los negocios agrícolas, pesqueros y forestales.

El rey de España Juan Carlos I realizó una visita a Guinea Ecuatorial en Diciembre de 1979 como antesala de la realizada por Obiang a España del 29 de abril al 2 de mayo de 1980. Otro eslabón en la reconducción de las relaciones bilaterales fue la firma en Madrid el 23 de Octubre de 1980 de un tratado de Amistad y Cooperación.

Sin embargo, las relaciones siempre inestables con España llegaron a su punto más crítico durante la crisis diplomática de Mayo de 1983, con motivo del refugio en la embajada en Malabo del sargento Venancio Micó, reclamado por las autoridades por conspirador. Obiang exigió entonces airadamente la entrega de Micó, a lo que accedió el Gobierno de Felipe González tras obtener garantías de su seguridad física (sentenciado a muerte, Micó, gracias a la mediación española, vio posteriormente conmutada la pena por otra de 20 años de prisión, de los que cumplió una parte).

Tras este incidente con Madrid, Obiang aceleró el desplazamiento del país desde la órbita económica de España al área francófona africana, imperante en su espacio geográfico. Así, el 19 de Diciembre de 1983 el país accedió a la Unión Aduanera y Económica de África Central (UDEAC) y el 1 de Enero de 1985 el franco CFA sustituyó al ekwele como moneda nacional.
En los años siguientes fue constante la rivalidad entre España y Francia en los ámbitos de la asistencia financiera, la cooperación al desarrollo y las inversiones privadas.

Por lo que se refiere a política interior, en marzo de 1981 dio entrada al primer civil en el gabinete.
El 15 de Agosto de 1982 sometió a referéndum, con el 95% de votos afirmativos, un texto constitucional conocido como Carta de Annonibe, que abría las puertas a la sustitución del gobierno militar de hecho por un gobierno civil de derecho. El 12 de octubre, Obiang fue investido presidente de la República con un mandato de siete años.

El 12 de Octubre de 1987, el dictador anunció la creación del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), al que definió como el partido del Gobierno pero no necesariamente el único legal, pues era de libre afiliación. No obstante, todo el resto de formaciones políticas continuaron rigurosamente prohibidas mientras que se establecía la obligatoriedad de que todos los asalariados y funcionarios del país entregaran el 3% de sus ingresos para financiar el PDGE.
En diciembre del mismo año Obiang tomó la presidencia del PDGE.
El 10 de julio de 1988 se celebraron unas elecciones legislativas de lista única en las que, naturalmente, el PDGE copó los 41 escaños de la CRP y el 25 de junio de 1989 Obiang fue reelegido para otros siete años con el 99,9% de los votos.

Obiang explicó que estas elecciones presidenciales directas, primeras desde la independencia, eran el comienzo de la democratización, pero que el pluripartidismo no era deseable aún. De sobra conocían esta proclama los políticos de la oposición, que llevaban toda la década intentando reorganizarse en España y sufriendo las arbitrariedades del régimen.
La desarticulación de complots e intentos golpistas, tanto reales como fingidos, fue, y lo sigue siendo hoy en día, la situación favorita de Obiang para justificar la descarga de campañas represivas contra el siempre débil aunque infatigable campo de la oposición civil y democrática.

El 19 julio de 1986 otra aparatosa de éstas intentonas frustradas. Entre otros, fueron arrestados el ex ministro de Defensa Fructuoso Mbá Oñana Nchama, que fue condenado a una pena de prisión, y el diplomático y diputado Eugenio Abeso Mondu, que terminó ante el pelotón de fusilamiento. Todos los involucrados eran destacados miembros del clan de Mongomo.
Después de este sobresalto, Obiang se hizo más desconfiado y decretó una remodelación a fondo en la administración. Uno de los beneficiados fue su propio hermano, el general Armengol Ondó Nguema, colocado al frente de la Seguridad Nacional.

Sin embrago, a principios de la década de los 90, con las exportaciones estancadas, las importaciones en alza y las inversiones extranjeras en retroceso, el país hizo frente a una grave crisis financiera y económica que obligó a Obiang a someterse a las demandas internacionales para que acelerara la transición democrática.

El 17 de noviembre de 1991 se aprobó con el 98,3% de los votos una nueva Constitución que amparaba el multipartidismo. El 8 de enero de 1992 Obiang promulgó una ley de regulación de partidos que, no obstante, les imponía severísimas condiciones para obtener la carta legal. El 21 de enero designó un gobierno de transición íntegramente formado por ministros del PDGE. Y en octubre, por fin, fueron autorizados a funcionar cinco partidos de oposición. Once formaciones agrupadas en la Plataforma de la Oposición Conjunta (POC) y el Gobierno suscribieron el 18 de Marzo de 1993 el llamado Pacto Nacional para asegurar la celebración de elecciones legislativas transparentes.

Sin embargo, la mayoría de los partidos de la POC resolvieron retirarse de los comicios después de darse cuenta de que el régimen acudía con la misma actitud de siempre y conmocionados por el asesinato, tras ser secuestrado en el hotel de Malabo donde se alojaba, de Pedro Motu Mamiago, un militar pasado a la disidencia.
El 21 de Noviembre tuvieron lugar las elecciones; sin sorpresas, el PDGE capturó 68 de los 80 escaños de la CRP. La POC aseguró que el 80% del censo no había ido a votar y tachó los comicios de simulacro.

Días más tarde Obiang provocó otra trifulca diplomática con España con la expulsión del cónsul en Bata bajo la acusación de injerencia en los asuntos internos del país. Madrid, que ya había protestado por la manipulación de las elecciones, replicó en diciembre con la retirada temporal del embajador en Malabo y con la reducción a la mitad de su ayuda anual al desarrollo y la cooperación.

Obiang insistió en numerosas ocasiones que estaba listo para asumir todos los criterios sobre la democratización y el respeto de los Derechos Humanos que le exigían los gobiernos, la UE, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y organizaciones como Amnistía Internacional, pero la realidad cotidiana era bien distinta. Las intimidaciones, secuestros, palizas, torturas, encarcelamientos arbitrarios, juicios manipulados y asesinatos de personas activas en los partidos de la oposición, de miembros de la comunidad bubi y, prácticamente, de cualquier sospechoso de no ser adicto, no dejaron de producirse.
Férreamente protegido por una guardia pretoriana de soldados marroquíes y por sus guardaespaldas paramilitares, los ninjas, el dictador continuó administrando el país como un feudo particular, amedrentando a capricho y dispensando favores al omnipresente clan de Mongomo.

Así las cosas, en las elecciones presidenciales del 25 de febrero de 1996, tras la retirada de cuatro aspirantes de la oposición, Obiang volvió a obtener, según los datos oficiales, un abrumador 99% de votos con un índice de participación masivo.

De nuevo, la oposición cifró la abstención en no inferior al 75%, mientras que los observadores africanos acreditados constataron, entre las muchas irregularidades, que en los colegios electorales sólo había representantes del PDGE y que el derecho al voto se ejerció sin salvaguardar las más elementales normas de privacidad.
Imperturbable, el 15 de marzo Obiang fue investido con un nuevo mandato de siete años.


Y aún se permitió encajar otra advertencia exterior, esta vez la última, tan grave como el cierre en 1995, durante el gobierno de Clinton, de la embajada de Estados Unidos a modo de sanción por la intolerable situación de los Derechos Humanos en el país.
Pero para esas alturas el tirano ya acariciaba el sueño de una autosuficiencia financiera que le permitiera dar evasivas a los gobiernos español y francés e independizarse de su anteriormente vital asistencia. La llave de esta insospechada mudanza estratégica la brindaban las ingentes reservas de hidrocarburos.

En efecto, en 1991, allí donde las excavaciones españolas no habían encontrado nada durante años, en la costa al norte de Bioko, una compañía estadounidense halló grandes cantidades de petróleo.
Posteriormente entraron en servicio los yacimientos de Zafiro, en el límite de las aguas territoriales de Nigeria y próximo al anterior, y Ceiba, mucho más al sur.
El Estado ecuatoguineano empezó a recaudar los primeros ingresos por el petróleo en 1996 y los efectos no se hicieron esperar: en 1996 el PIB nacional creció el 37%, en 1997 el 76% y en 1998 lo hizo nada menos que el 93%, unas tasas fantásticas que superaron con creces las de cualquier país del mundo.

El extraordinario boom del petróleo ha agudizado los desequilibrios y las contradicciones de la Guinea Ecuatorial de Obiang.
Asombran datos como que el PIB por habitante pasó de los 330 dólares de 1990 a los 5.600 dólares en 2000, lo que equivale a ascender de la posición 32ª a la posición 10ª en el ranking de los países africanos. Así como que en 2001 el valor de las exportaciones triplicó el de las importaciones, cuando una década atrás la balanza comercial era ampliamente deficitaria.

Sin embargo, poco o nada de este mar de riqueza ha llegado a la gran mayoría de la población, la cual, ve cómo día a día se endurecen sus condiciones de vida.
Un frenesí de desarrollo urbanístico ha invadido Malabo y Bata con dudosa rentabilidad social, el aumento de la corrupción y la codicia de los escogidos para disfrutar del pastel de la renta petrolera, la perpetuación del autoritarismo y el abandono de las exportaciones agrícolas tradicionales son la otra cara de la moneda de una bonanza que ya ha convertido a Guinea Ecuatorial en el Kuwait de África.
Toda esta riqueza que fluye del oro negro parece que está sirviendo únicamente para reforzar el asiento en el poder de Obiang.
Además, durante la era Bush se produjo una notable mejoría en las relaciones bilaterales Guinea Ecuatorial y Estados Unidos. Esto trajo como consecuencia la concesión de las explotaciones petroleras preferentemente a firmas estadounidenses, a cambio de ignorar el flagrante atropello a los Derechos Humanos que se comete en el país.

Así, cuando Obiang, en septiembre de 1999, recibió tratamiento contra el cáncer de próstata en una prestigiosa clínica de Minnesota, fue la compañía Mobil Oil la que abonó la factura.
Obiang visitó por primera vez Washington en abril de 2001, aunque entonces sólo consiguió ser recibido por un subsecretario del Departamento de Agricultura del Gobierno. Pero tras los atentados terroristas del 11 de septiembre la actitud de la Casa Blanca hacia Obiang ha sido mucho más favorable. En el primer aniversario de la tragedia, figuró entre la decena de líderes africanos que se reunieron con Bush en la sede central de la ONU en Nueva York para hablar de las perspectivas de guerra con Irak y de la paz y el desarrollo en África. Días más tarde, el 19 de septiembre, Obiang fue agasajado en Washington con una cena en su honor por un grupo de empresarios e inversores del sector de los hidrocarburos.
Para hacernos una idea del nivel de egolatría al que ha llegado el tirano, basta señalar que en julio de 2003 la radio estatal África 2000 anunció que el presidente es un Dios que está en permanente contacto con el Todopoderoso y puede matar a cualquiera sin que nadie le pida cuentas y sin ir al infierno porque es el Dios mismo
En cuanto a España, a pesar de las crisis diplomáticas, las críticas y la reducción de la cooperación, no ha dejado de legitimar de hecho a Obiang brindándole corteses recibimientos: el 15 de octubre de 2001, en su noveno viaje a España, asistió al II Congreso Mundial de la Lengua Española celebrado en Valladolid, se entrevistó con el presidente del Gobierno, José María Aznar, y fue recibido por el rey Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela.

En las segundas elecciones presidenciales del 15 de diciembre de 2002 los cuatro candidatos de la oposición se retiraron también horas antes de abrirse las urnas entre protestas por la farsa indecente. Las papeletas con sus nombres no fueron retiradas de los colegios, pero no importó: Obiang ganó con un nada despreciable 99,99% de los votos.

Una característica siempre presente en el régimen de Obiang y últimamente con más relieve si cabe es el nepotismo. Hermanos, primos, sobrinos, tíos carnales y, finalmente, cuñados e hijos, amén de otros parientes más lejanos del nutrido clan de Mongomo, han manejado las diversas palancas del poder. Desde finales de la década de los noventa ha cobrado un especial protagonismo el hijo primogénito del presidente con una de sus dos esposas, Teodorín.

Teodorín Nguema Obiang se ha hecho multimillonario simultaneando el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente con la propiedad de empresas madereras, una aerolínea, una emisora de radio y televisión y hasta una productora discográfica que tiene su sede en Los Ángeles.

Mientras el país se muere de hambre es habitual ver a Teodorín paseando alguno de sus Porsche por los Campos Elíseos y viajando al sudeste asiático. No obstante, y, a pesar de sus pretensiones de suceder a su padre en la jefatura del Estado, parece que no todos en el gobierno estarían de acuerdo. Parece que las luchas por el poder, al menos de forma soterrada, han empezado ya dentro del clan Mongomo.
El último y quizás más espectacular de los intentos de golpe de Estado fue el llevado a cabo en 2004 por el mercenario británico Simon Mann en colaboración con Mark Thatcher, el hijo de la ex primera ministra, y algunos líderes de la oposición en España. Simon Mann aún cumple condena en la prisión de Black Beach y Thatcher consiguió salir airoso gracias a sus contactos en las alta esferas
La última de las tarascadas políticas de Obiang son los rumores que desde el verano pasado circula sobre su vinculación con el conocido empresario español Francisco Hernando, el Pocero. Parece ser que ambos habrían llegado a un acuerdo para la construcción de un mega- proyecto financiado al 50% por el Estado guineano y al 50% por el empresario.
Las últimas informaciones que llegan del país, no obstante, nos dicen que esto no es cierto. El viceministro de Hacienda, Melchor Esono ya ha dicho que es un proyecto fantasma, con pocas probabilidades de prosperar dada la carencia de utilidad en un país como Guinea Ecuatorial.


























CONCLUSIONES
El objetivo de la presente exposición es analizar el proceso de desarrollo histórico vivido por Guinea Ecuatorial, a la luz de las lecturas que hemos realizado a lo largo del curso; encuadrándola, por tanto, dentro del desarrollo de la economía-mundo capitalista desde sus orígenes.
Podemos ver cómo Guinea Ecuatorial, al igual que muchos otros países africanos, es un invento europeo. Moldeado al compás de la exigencia de las partes centrales de la economía-mundo capitalista.
Guinea Ecuatorial fue introducida de la mano de Europa en la economía-mundo en los ss. XV y XVI.
Como sabemos, en aquella época, Europa encontró la solución a sus problemas económicos y sociales, provocados por la crisis del sistema feudal, en la expansión y colonización de otras partes del planeta.
Esa incorporación a la economía-mundo como país productor de materias primas y mano de obra barata y su ventajosa situación estratégica en el continente africano la situaron en las rutas de comercio triangular procedentes de Europa con destino a las colonias americanas y han imposibilitado su desarrollo más tarde, a lo largo de cinco siglos, a pesar de la riqueza propia del país y de su tremendo potencial.
En los tres ciclos hegemónicos, observamos, además, cómo las exigencias de la primera potencia respectiva con respecto a cómo orientar la economía mundial han tenido también consecuencias en el país.
Así, durante los años de la hegemonía holandesa, como hemos visto, los Países Bajos aprovecharon el abandono portugués de sus territorios para promover en ellos el comercio de esclavos, situación que se repetiría por parte de otros países, entre ellos España, como forma de abastecerse de mano de obra barata.
Durante la hegemonía británica, por su parte, el tráfico de esclavos se empezó a considerar como no rentable, pues la nueva potencia consideró que el desarrollo de la economía-mundo capitalista exigía la creación de trabajo asalariado. Inglaterra se convirtió entonces en la principal defensora del anti-esclavismo y, en Noviembre de 1817, a pesar de que muchas compañías inglesas seguían practicando el comercio de esclavos, obligó a España a firmar un Tratado por el que ambos países se comprometían a luchar contra él.
En el siguiente ciclo hegemónico, Estados Unidos necesitaba llevar a cabo la descolonización del tercer mundo para incorporarlo a la economía capitalista. Fue entonces cuando la ONU presionó a España para que liberase a sus últimas colonias, obligándola finalmente a conceder la independencia al país en 1968.
Por último, señalaremos que cuando Wallerstein habla de la creación por parte del capitalismo de categorías sociales, todas ellas formas distintas de la noción de pueblo, como forma de transmitir de generación en generación una identidad social jerárquica que perpetúe el sistema capitalista, podemos encontrar un punto coincidente en el caso que nos ocupa.
En efecto, en Guinea se creó, por un lado, un nuevo grupo étnico, los fernandinos, considerados menos blancos por parte de los españoles. La función de los fernandinos es precisamente perpetuar las relaciones de sometimiento entre blancos y negros y servir de puente de comunicación entre unos y otros.
Por otro, con la promulgación de la ley de los emancipados, se crea también otro nuevo grupo o categoría social, o más bien dos sub-grupos, con derechos, deberes y funciones distintos dentro de la sociedad.
Los Estados africanos son inventos europeos, productos de la colonización, pero también reestructuraciones geográficas que el capitalismo ha producido y que han servido para agudizar aún más los desarrollos desiguales de las distintas partes de la economía-mundo.
Añadir, por último, que por razones expositivas hemos tratado la historia de Guinea Ecuatorial desde la óptica de la cultura y la historia europeas. Dividiendo los distintos períodos en función de lo que sucedía en el país pero también, y sobre todo, de lo que las potencias europeas hacían que sucediese; sin tener en cuenta qué estaba pasando con los distintos pueblos en cada momento específico o cómo se enfrentaron a la colonización y conquista de sus territorios, ya sea de forma individual o conjunta.
La verdadera historia de Guinea Ecuatorial deberán ser algún día los propios guineecuatorianos quienes la cuenten.




BIBLIOGRAFIA UTILIZADA

- Aproximación a la historia de Guinea Ecuatorial, Justo Bolekia Boleká, Ed Amaru
- Los últimos de Guinea, el fracaso de la descolonización. José Menéndez Hernández, Sial, Casa de África.
- Guinea Ecuatorial, un país sometido al terror y al hostigamiento, Amnistía Internacional.
- África, Folco Quilici, Ed. Danae
- Las tinieblas de tu memoria negra, Donato Ndongo-Bidyogo, Fundamentos.
- http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/his.htm, Historia de Guinea Ecuatorial
- http://geconfidencial.blogspot.com/, el Confidencial de Guinea.
- http://www.maib.es/php/ Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko (MAIB).
- http://www.asodegue.org/portafotos.htm, Asociación de Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial (ASODEGUE).



ELENA GARCÍA GARCÍA